CORREDERA

Las ventanas correderas las hojas que se desplazan horizontalmente y se superponen en posición paralela. Sólo permiten una apertura parcial del hueco de la ventana y la principal ventaja para este tipo de apertura es que las hojas nunca sobresalen ni hacia el interior ni hacia el exterior.

La ventana corredera ocupa sólo el plano en el que se mueven, por lo que la comodidad de su apertura no afecta a la decoración interior, permite colocar cortinas o mobiliario y no se pierde espacio alguno. Ofrecen la posibilidad de desmontarlas para su limpieza.

Incorporan un sistema de rotura de puente térmico y cepillos o felpas en la parte superior e inferior de la ventana ofreciendo un buen aislamiento termoacústico y de estanqueidad. Algunos modelos tienen la opción de apertura motorizada.

Se recomienda para grandes ventanales ya que permite un buen aprovechamiento de la luz solar.

Algunos modelos, como balconeras, disponen de apertura galandage, que ocultan las hojas completamente en la cámara del muro de obra, consiguiendo así una superficie de apertura del 100% del hueco. Es una solución práctica y estética para ahorrar espacio, ya que la puerta desaparece.

ELEVABLE

El sistema de las correderas elevables incorpora herrajes elevables que hacen posible que las hojas se levanten del marco evitando fricciones en los rodamientos, deslizándose suavemente y sin esfuerzos.

Se emplea principalmente en huecos de grandes dimensiones.

Pueden soportar pesados acristalamientos con hojas de casi 3 m. de ancho y más de 6 m. de largo. Los marcos pueden ser de doble y triple raíl con 2, 3, 4 ó 6 hojas con doble junta perimetral y rotura de puente térmico, doble felpa o juntas de goma que refuerzan su efecto aislante.